“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin
es camino de muerte.” (Proverbios 14:12)
Pero ¿Quieres estar seguro del camino que sigues? He aquí
lo que enseña la Palabra de Dios acerca del camino verdadero que no conduce a
la muerte: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí.” (Juan 24:6). Pueda que usted sea una persona muy
religiosa y cree que por cumplir sinceramente ciertas reglas y preceptos de su
religión piensa que está en buen camino y sin embargo se dirige, sin tener
conciencia de ello, al abismo y a la muerte. Quizá usted ha hecho una
introspección de su vida y ha concluido que es una persona razonable, decente,
muy cultivada; que no hizo nada malo a nadie. Que como el fariseo en su oración
pensó: “…Dios te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones,
injustos, adúlteros, ni aún como este publicano…”. Mostrando así una soberbia
espiritual en relación a tu prójimo, oración que evidentemente Dios no lo
escuchará.
¿Sabes? Sólo Jesús es el camino cierto y seguro para
allegarnos a Dios. El Apóstol Pablo también confirmó esta verdad en una de sus
cartas, Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres. No hay otro.
Además Jesús es la verdad, en tanto en cuanto él nos reveló completamente la
voluntad de Dios para nuestras vidas y las plasmó en las Escrituras. Los
religiosos de los tiempos de Jesús habían establecido su verdad, y cada uno
tenía lo suyo; pero en realidad eran las mentiras de Satanás que utilizó y
utiliza sus operadores para inducir a error y al pecado a todos los seres
humanos. Jesús también es la vida, porque por la fe en su nombre podemos
recibir una nueva vida, vida abundante; quienes no creen en él, según enseñan
las escrituras está muerto en sus delitos y pecados.
Yo le animo estimado lector de que usted tome hoy una
decisión por Cristo: Esto es que primeramente reconozca que es un pecador
esclavizado, luego lo confiese ante él,
lo abandone completamente (arrepentimiento) y tome la determinación de seguirle
cada día. Estoy seguro que usted experimentará una novedad de vida.
Hoy debe tomar esta decisión mañana puede ser demasiado
tarde.
Práxedes Reynaga.